¿Qué tratamos?
Adultos
Por lo general, una persona adulta ha desarrollado su personalidad y es capaz de afrontar el día a día de forma autónoma.
Pero pese a la estabilidad que caracteriza a esta etapa, a menudo la persona adulta debe hacer frente a cambios y situaciones difíciles, movilizando sus recursos, y en este transcurso pueden aparecer diferentes problemas o trastornos, o acrecentarse y estabilizarse aquellos iniciados en etapas vitales anteriores.
Los trastornos que tratamos con más frecuencia y éxito entre adultos son:
- Trastornos de ansiedad, fobias, trastorno de pánico, ansiedad social y ansiedad generalizada.
- Trastornos relacionados con el estrés.
- Trastornos depresivos, trastorno bipolar y trastornos relacionados.
- Trastornos relacionados con el trauma y adaptativos.
- Trastorno de Ansiedad por Enfermedad y trastorno por síntomas somáticos (Hipocondría).
- Duelos complicados.
- Trastorno obsesivo compulsivo y otros trastornos del control de los impulsos.
- Trastornos del sueño.
- Trastornos de la alimentación.
- Disfunciones sexuales.
¿Cómo sé si puedo tener alguno de estos trastornos?
Puede ser que tengas alguno de estos trastornos si desde hace un tiempo y de una forma continuada tienes alguno de los siguientes síntomas:
- Preocupación recurrente sobre una amplia variedad de temas, pensamientos obsesivos que generan un gran malestar, rumiación constante sobre aspectos negativos del pasado y/o pensamientos negativos sobre uno mismo, el mundo y el futuro.
- Incapacidad de gestionar emociones como la ira, la ansiedad, la tristeza, el miedo, la culpa, la frustración, etc., de modo que su aparición obstaculiza tu bienestar e interfiere en diversas áreas de tu vida.
- Aparición de sensaciones físicas de carácter psicosomático como dolores de cabeza, opresión en el pecho, tensión muscular, problemas digestivos, sudoración excesiva, mareos, taquicardias, sensación de ahogo, nauseas, etc.
- Desarrollo de múltiples comportamientos destinados a la evitación de situaciones, pérdida del interés por actividades y disminución del tiempo dedicado a ellas, aislamiento social, conductas impulsivas, conductas agresivas, de comprobación y reaseguración, planificación excesiva, dejar tareas inacabadas, etc.
Si no estás seguro o crees que no tienes un trastorno psicológico, pero estás muy estresado, te encuentras atascado, insatisfecho, tienes problemas en la familia, a nivel de relaciones personales, en el trabajo, estás experimentando cambios que no te gustan o no comprendes, está ocurriendo algo en tu entorno que te impide estar bien, o simplemente quieres mejorar algunos aspectos de tu persona…
¡Podemos ayudarte!