Decálogo para hacer del estrés tu mejor aliado

El estrés, en pequeñas dosis, suele ser bien recibido entre las personas. Nos da ese empuje que necesitamos para sacar adelante proyectos o afrontar situaciones cotidianas. Incluso hay un estrés que se experimenta por lo general como positivo, como el que podemos sentir cuando nace un hijo, cuando estamos diseñando y montando un negocio propio o cuando nos proponen un ascenso.

Sin embargo, otras veces sentimos que realmente causa estragos. Notamos cómo se va instalando en nuestra rutina y tememos que, de hacerse crónico, termine con nuestra salud física y nuestra cordura. Quedaron atrás, si es que existieron, esos días en los que el estrés nos hacía sentir bien, rebosantes de energía, eficaces, productivos y preparados para responder con soltura a cualquier demanda que se nos presentara.

Nos preguntamos entonces:

¿Es posible hacer las paces con el estrés?

adult-black-and-white-business-deal-business-woman

Sin pretender ser exhaustivos, vamos a ver diferentes estrategias que ayudan a gestionarlo mejor:

Conoce las demandas de tu día a día

Muchas veces nos sentimos sobrepasados por las demandas por el mero de hecho de que no sabemos cuáles son.
Al reflexionar sobre ellas, es posible que nos demos cuenta de que no son tan inmanejables como creíamos. Así mismo, podemos agruparlas por orden de importancia y urgencia y, de este modo, realizar una mejor planificación para hacerles frente. 
Consejo práctico
Haz una lista donde aparezcan primero las tareas más importantes e inaplazables, después las que son muy importantes pero menos urgentes, y, finalmente, las menos importantes y con posibilidad de posponer.
Cíñete a esa lista, trasládala a tu agenda y aborda esas demandas de una en una, hasta donde llegues.

Aprende a decir que no

 
Cuando sientas que no puedes abordar una tarea tal y como te gustaría, lo mejor es no comprometerte a hacerlo. Es el momento de desarrollar la asertividad y decir «no», aunque sabemos que puede resultar difícil hacerlo. 
 
Consejo práctico
 Cuando te pidan o propongan algo, no respondas inmediatamente sí o no y pide un tiempo para pensar en ello y responder. 
De esta forma, podrás tranquilamente valorar si puedes o quieres hacerlo, y cómo comunicarlo al otro.

Establece metas realistas

Dedica un tiempo a reflexionar sobre lo que de verdad crees que quieres y puedes conseguir. 
Por ejemplo, el estudio es una parte importante de la vida de cualquier estudiante, pero también lo es el deporte, el tiempo de ocio, los amigos, la pareja, etc. Estudiar 14 h. al día no es una meta realista y lo único que puedes conseguir con ello es estresarte y no estudiar. 
Consejo práctico
Establece un punto de partida durante una semana para saber cuál es tu rendimiento real y, después, proponte mejorar en un 20-30% esa base durante las dos próximas semanas. 
Continúa aumentando este porcentaje hasta que llegues al punto en que realmente te gustaría estar.

Evita el perfeccionismo

No eres perfecto. Es hora de asumirlo. Haz las cosas para que estén bien. Siéntete orgulloso de ello. Acepta que todo el mundo, incluido tú, comete errores, y da mucho más valor a tus aciertos. 
Un trabajo con una calidad alta es mejor que un trabajo perfecto a costa de nuestro tiempo y bienestar.
Consejo práctico
Hazte preguntas concretas como: ¿en qué porcentaje está terminado/bien hecho? ¿Le parecería bueno a la mayoría? ¿Los posibles fallos se podrán subsanar más adelante? ¿Estoy tratando de ir más allá de lo humanamente posible?

Delega y pide ayuda

Podemos pensar que cargar al resto con nuestras cosas es algo negativo, pero lo cierto es que, por lo general, la gente que te aprecia, agradece sentirse útil e invertir tiempo y esfuerzo en ti. 
Dales la oportunidad de ayudarte.
Consejo práctico
recuérdate que, si realmente no pueden o no quieren ayudar, ellos también tienen la capacidad de decir que no.

Busca unos estudios o trabajo acordes con tu personalidad, valores y aptitudes

Conócete a ti mismo, valora qué te hace feliz y céntrate en ello. 
Cuando nos dedicamos a algo que se nos da bien y en lo que creemos, el estrés se convierte en algo muy positivo. 
Consejo práctico
Si no lo tienes muy claro, pregunta sobre ello a personas de tu entorno o busca un orientador vocacional/profesional que te asesore.

Recarga las baterías

Vivir en el SXXI es exigente tanto física como mentalmente, por lo que necesitaremos descansar y reponer la energía que vamos consumiendo. 
Dormir bien es un comienzo excepcional. Así mismo, son útiles diferentes estrategias de relajación (respiración diafragmática o relajación muscular progresiva) o la práctica diaria de la meditación. 
Consejo práctico
Busca, en la medida de lo posible, un día o fin de semana de desconexión en la naturaleza cada mes o dos meses.

Sé saludable en tus rutinas

Además de dormir bien, hay 4 pilares básicos que se deben cuidar: la alimentación, el ejercicio físico, la socialización y la eliminación o reducción de hábitos nocivos como el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
Consejo práctico
Trata de instaurar hábitos sanos para hacer en compañía, por ejemplo, hacer ejercicio junto con los amigos una o dos veces a la semana o quedar, en lugar de para tomar una merienda azucarada o 4 o 5 copas, a dar un paseo o a picar algo saludable.

Busca tener la mejor actitud

Intenta tomarte las cosas con humor, ser compasivo contigo mismo y con los demás, ponerte plazos realistas para poder hacer tranquilamente las tareas, viviendo el presente, ser amable con los demás y sonreír mucho más.
Consejo práctico
Todos los días, proponte al menos 1 hora donde te esfuerces en evitar hacer juicios negativos, quejarte o criticar. Verás que te quita un gran peso de encima, aunque sea solo un rato.

Mejora tus aptitudes

Aprender cosas nuevas, desarrollar nuevas habilidades, tengan o no que ver con tu dedicación principal, estar al día de la actualidad… ayudan a sentirse en desarrollo, aumentan el bagaje personal de recursos, mejoran la percepción de uno mismo y la autoestima.
Consejo práctico
Hazte socio de la biblioteca más cercana y lee sus libros, infórmate de los cursos, exposiciones y charlas que se ofrecen de forma gratuita en centros comunitarios, o apúntate a esa formación que crees que tanto te ayudará en tu trabajo.

La prevención y el adecuado manejo del estrés repercuten en nuestra autoestima, en nuestra percepción de autoeficacia y control, mejorará nuestra salud, nos ayudará a conseguir las metas que nos hayamos propuesto y, en definitiva, hará que seamos más felices. De pronto el estrés puede convertirse en nuestro mejor aliado. No obstante, no queremos ser ingenuos. Llevar a cabo estas cosas requiere, en primer lugar, saber cómo hacerlo y, en segundo, encontrar la motivación y la forma de conseguirlo. Estamos convencidos de que tú solo eres capaz, pero si encuentras dificultades a la hora de llevarlo a cabo o, simplemente, consideras que un poco de ayuda profesional puede darte ese empujón que necesitas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Estaremos encantados de conocerte y ayudarte.